Uruguai e Brasil jogaram em Montevidéu, numa tarde fria, porém cercados do calor da torcida local.
Aliás, me permita três elogios à torcida uruguaia; o primeiro quando a seleção brasileira entrou em campo e foi aplaudida, o segundo durante a execução do hino nacional brasileiro, quando os uruguaios numa clara demonstração de civilidade, mantiveram uma postura respeitosa e por fim, quando do minuto de silencio em homenagem aos mortos no trágico acidente aéreo, envolvendo o vôo 447 da Air France desaparecido no oceano Atlântico, o público permaneceu em completo e total silencio.
Em relação ao jogo, quem esperou uma partida difícil e cheia de esforço, acabou decepcionado, pois a seleção uruguaia que todos esperavam ver, não compareceu ao Estádio Centenário.
Para se entender melhor o que a goleada por 4x0 significou para o Uruguai, é melhor ler a curta, porém objetiva matéria publicada no Diário Deportivo Digital Ovación...
Cruel resultado que obliga a la selección a, una vez más, salir a buscar fuera de casa los puntos que se pierden en el Centenario...
"Una tarde fría y un espectáculo terrible fue la injusta recompensa que recibió la gente que colmó este sábado el estadio. Brasil aprovechó los errores celestes –ninguno peor que el de Viera para el primer gol- y se llevó una goleada por 4 a 0 de una cancha en la que no ganaba desde hace 33 años.
No hay suficientes palabras para describir lo doloroso del encuentro de hoy. El fútbol puede ser hermoso pero también cruel y esta tarde lo fue sin miramientos con la parcialidad uruguaya.
Once minutos demoró el supuesto clásico en venirse abajo. Sebastián Viera se devoró un gol increíble, de esos con los que se confeccionan los videos de bloopers. El arquero del Villarreal calculó mal el pique de un tiro lejano de Daniel Alves y, además, falló en utilizar la técnica correcta –colocar el cuerpo en el camino del balón- para ver como la pelota se le escapaba por sobre sus brazos y besaba con suavidad la red de su arco.
Viera se desplomó sobre sus rodillas y con él lo hizo todo un estadio.
Más que un gol fue una señal.
Esta tarde iba a ser fea".
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